Ambientada en un mundo algo parecido al nuestro, en una época muy similar a la nuestra, Maniac narra las historias de Annie Landsberg y Owen Milgrim, dos extraños atraídos a las etapas finales de un misterioso ensayo farmacéutico, cada uno por sus propias razones. Annie está descontenta y sin rumbo, obsesionada con las relaciones rotas con su madre y su hermana; Owen, el quinto hijo de ricos industriales de Nueva York, ha luchado toda su vida con un diagnóstico disputado de esquizofrenia. Ninguna de sus vidas ha salido del todo bien, y la promesa de un nuevo y radical tipo de tratamiento farmacéutico —una secuencia de píldoras que su inventor, el Dr. James K. Mantleray, afirma que puede reparar cualquier cosa de la mente, ya sea enfermedad mental o desamor— los atrae a ellos y a otros diez extraños a las instalaciones de Neberdine Pharmaceutical and Biotech para un ensayo de drogas de tres días que, les aseguran, sin complicaciones ni efectos secundarios de ningún tipo, resolverá todos sus problemas, de forma permanente. Las cosas no salen según lo planeado.