A Daigo le encanta el béisbol, sobre todo porque su padre es un jugador profesional: ha jugado en la MLB, en las ligas japonesas y ahora se va a Taiwán a jugar allí. Toda la familia de Daigo ama este deporte; su hermana mayor, Izumi, va camino de ser una lanzadora tan impresionante como su padre, e incluso su madre jugaba en la escuela. Ahora que Daigo está en cuarto grado, está listo para unirse al antiguo equipo de su padre y demostrar que él también tiene lo necesario, ¡excepto que una vez que empieza a jugar, no está seguro de tenerlo! Desmoronándose bajo la presión de todas las expectativas que lo rodean, Daigo falla su primer partido y abandona inmediatamente el deporte. Dos años después, todavía se lamenta por sus fracasos percibidos, apenas intentando tener éxito en nada. Sin embargo, la patada en el trasero que podría necesitar acaba de llegar a su escuela, en la forma del hijo del mejor amigo de su padre en la MLB.