Ambientada en la antigua ciudad inglesa de York, Ley Divina trata sobre ángeles que viven entre nosotros, ayudando y guiando a los humanos en sus momentos de mayor desesperación. La serie comienza con un ángel gruñón y hastiado, Zak, que llega para iniciar un nuevo turno de servicio con su nuevo colega, Tom, un neófito constantemente asombrado que nunca antes había pasado tiempo con humanos. Viven en una casa destartalada repleta de libros y pinturas, donde son atendidos por la hermosa y misteriosa Sra. Sheringham. Descubrimos que en su anterior turno de servicio, Zak hizo algo terrible y completamente prohibido: se enamoró de una mujer humana, Hannah. Para su horror, se da cuenta de que Hannah ha sido enviada a York para tentarlo, para ponerlo a prueba. Aunque la ama con cada fibra de su ser, sabe que nunca podrá estar con ella. Es un romance cruel, herido y doloroso. Hay ángeles en todos los ámbitos de la vida, pero nuestros ángeles son abogados. Lo que significa que, cada episodio, tienen que lidiar con humanos en su punto más bajo y vulnerable. Podría ser un hombre enjuiciado por asesinato; una amarga batalla por la custodia; la lucha por salvar un asilo de ancianos; un joven soldado asustado acusado de cobardía. Nuestros ángeles se esfuerzan al máximo para luchar por sus clientes, para ganar sus casos, para encarrilarlos de nuevo. No siempre ganan, pero siempre luchan hasta el final. Ley Divina es emocional, divertida y fresca. Cada episodio termina con Zak y Tom en lo alto de la Catedral de York, con las alas desplegadas, compartiendo una botella de vino y hablando del caso de la semana. Encuentran a los seres humanos complicados, contradictorios, vanidosos, desconcertantes, codiciosos, apasionados, ilógicos... y absolutamente, irresistiblemente maravillosos.