Tras la caída del viejo gobierno y, con él, de la Primera República, Italia cambió para siempre en 1994. Leo, soltero empedernido, es muy consciente de ello. Se esforzó mucho para que Berlusconi fuera elegido Primer Ministro. Sabe que no es fácil conseguir el poder, pero conservarlo roza lo imposible. De la misma manera, parece igualmente imposible que el político populista Pietro cambie. Incluso ahora que tiene despacho en las dependencias del Primer Ministro en Roma, sigue sin poder deshacerse de sus viejos malos hábitos. Tampoco puede olvidar a la única mujer que ha amado. Veronica, antigua vedette televisiva convertida ahora en política y congresista, tiene que decidir quién será el hombre de su vida. Se ha dado cuenta de que ya no quiere ser solo una mujer del brazo de hombres poderosos. Es el comienzo de su propia lucha por el poder.