Gerald Wright dirige el Departamento de Salud y Seguridad del Ayuntamiento de Baselricky con un equipo de inadaptados que, a pesar de sus mejores esfuerzos, parecen causar tanto caos como sea humanamente posible en su misión de hacer Gran Bretaña más segura. Pocos funcionarios del Ayuntamiento se toman más en serio su compromiso con la salud y la seguridad del público que Gerald Wright. Un hombre dedicado a la minimización del riesgo, incluso donde no existe ningún riesgo real. Si tan solo Gerald pudiera controlar su propia vida con el mismo despotismo benévolo con el que regula la de los demás. Lamentablemente, no puede. Recién divorciado y padre soltero, la vida personal de Gerald es solo una larga lucha contra las pequeñas irritaciones e inconvenientes que asolan todas nuestras vidas. Esas flechas y dardos del siglo XXI de la fortuna adversa contra los cuales el extenso manual de reglas de Gerald no ofrece ninguna defensa.