Joanna se muda con su pequeño hijo, Alfie, al tranquilo pueblo de Flinstead, buscando un nuevo comienzo. Sin embargo, pronto se ve envuelta en las vidas de las madres locales y las inquietantes dinámicas de la comunidad. Cuando Joanna tropieza con un rumor en línea sobre un asesino de niños que vive en el pueblo, lo utiliza para ganarse a las madres en la puerta del colegio. A medida que se propaga el chisme, aumentan las sospechas y Joanna se ve arrastrada a una red de secretos y paranoia. Equilibrando sus esfuerzos por proteger a su hijo con la creciente inquietud en el pueblo, Joanna lucha por distinguir entre la verdad y los rumores. Con las relaciones tensas y las emociones a flor de piel, los límites entre la confianza y el miedo se desdibujan.