Olvida todo lo que hayas oído sobre Tori Spelling. Bueno, quizás no todo. Es cierto, su padre es el productor de televisión más exitoso de todos los tiempos y ella pasó una década interpretando a la virgen Donna Martin en su exitosa serie Beverly Hills 90210. Pero ahora que Tori ha dejado ese código postal y la mansión de sus padres atrás, quiere lo mismo que todos nosotros: amistad, respeto y amor. Acostumbrada al escrutinio de los tabloides, Tori navega por la vida con un sentido del humor autocrítico y el apoyo de un leal grupo de amigos que conoce desde la secundaria. Tiene un dedicado manager que disputa con fiereza las suposiciones de que Tori no es capaz de asumir un papel serio y que mientras tanto mantiene las ofertas de películas para televisión. Su querida niñera, que la crió, siempre está disponible cuando Tori necesita una dosis de realidad. Sin embargo, digan lo que digan sus críticos, el escrutinio más intenso todavía proviene de la propia madre de Tori, Kiki. La máxima ama de casa de Beverly Hills, Kiki exige la perfección, un estándar que Tori intenta y generalmente no logra cumplir.