Manny se ha mudado a una nueva escuela y no le resulta fácil encajar. Después de desear tener más amigos, Manny encuentra un collar misterioso y se lo pone a Rufus, el perro de la familia. ¡De repente, Rufus se convierte en un chico! Manny no sabe qué hacer, así que inscribe a Rufus en la escuela. Cuando los otros estudiantes notan las tontas travesuras perrunas de Rufus —perseguir ardillas, comer sin cubiertos, pedir caricias en la barriga y atrapar un frisbee con la boca—, se convierte inmediatamente en el chico más popular. Manny está celoso de su nuevo mejor amigo, pero con el tiempo aprende que la lealtad de un perro hacia su dueño siempre es lo primero.