En Mockingbird Lane, el dulce y pequeño Eddie Munster (Cook) es un chico normal a punto de entrar en los horrores de la pubertad. La verdad es que está a punto de descubrir que, para él, convertirse en adolescente significa que le crecerá pelo en lugares verdaderamente inesperados - ¡en todo su cuerpo! - cada vez que haya luna llena. Sin embargo, Eddie lo tiene bastante bien. Su amorosa y comprensiva familia, bastante peculiar, incluye a su madre Lily (de Rossi), la hija de Drácula; su padre Herman (O'Connell), que le da un nuevo significado a "Frankenstein"; y el Abuelo (Izzard), que le daría una carrera a Drácula si no fuera porque ¡él es en realidad Drácula! Por supuesto, está la espeluznante prima Marilyn (Wakefield), que es realmente la rara porque es tan completamente normal. Comprar una casa hoy en día es una pesadilla, así que Herman y Lily se sorprenden de que nadie haya comprado la desvencijada mansión victoriana en el número 1313 de Mockingbird Lane, que fue escenario de una serie de espantosos asesinatos de vagabundos. Al instalarse en su nuevo hogar, se centran rápidamente en la misión que tienen entre manos: facilitar suavemente a Eddie la realidad de su adolescencia de hombre lobo. Pero no siempre es tan fácil aceptar que tu hijo es un poco "diferente" al resto de los niños. Mientras tanto, Herman, que trabaja como director de funeraria, sufre una afección cardíaca. Dado que está hecho principalmente de piezas de repuesto, sabía que su corazón improvisado eventualmente fallaría. Pero no hay de qué preocuparse, porque el Abuelo, que es bastante bueno consiguiendo partes del cuerpo, está en ello. Lo único que le importa a Herman es encontrar un nuevo corazón con la misma capacidad de amar a Lily tanto como él lo ha hecho durante tantas décadas.