Los hermanos Mark y Andy regresan a Cavendish por primera vez desde la infancia para cuidar de su padre enfermo, quien dirige El Museo de lo Extraño y Fantástico. Rápidamente descubren que Cavendish no es como otros pueblos, y mientras Mark (el chico dorado) y Andy (el luchador) se ven envueltos en espeluznantes desventuras, pronto se dan cuenta de que su dinámica familiar no ha cambiado mucho desde que eran niños.