La miniserie presenta la sangrienta historia de la Casa de Batiatus y la ciudad de Capua antes de la llegada de Espartaco. Quintus Lentulus Batiatus se convierte en lanista (manager) cuando toma el control del ludus de gladiadores de su padre. Tiene ambiciones de salir de la sombra de su padre buscando reconocimiento para su propio nombre y alcanzar una mayor grandeza para su casa. A su lado está su hermosa esposa Lucretia, quien ayudará a su marido a lograr sus ambiciones, cueste lo que cueste. Batiatus arriesga toda su fortuna en el hombre que le otorgará fama y gloria. Ese sería su mejor gladiador, el celta Gannicus, un guerrero hábil que empuña dos espadas con un propósito mortal. Aquellos que se opongan a Batiatus y a sus futuros campeones de Capua lo harán bajo su propio riesgo. Comprado como un recluta indisciplinado y desaliñado en el primer episodio, Crixus el Galo soporta burlas y amenazas de muerte para convertirse en el campeón después de Gannicus. Mientras Batiatus se defiende de los repetidos intentos de su rival profesional Tullius por obtener a Gannicus, sus relaciones con su padre Titus y su amigo Solonius comienzan a sufrir la tensión de su ambición implacable. El antiguo campeón, Oenomaus, se convierte a regañadientes en Doctore, mientras que los reclutas sirios Ashur y Dagan intentan demostrar que son dignos de ser gladiadores. Los gladiadores veteranos Barca y Gannicus notan la estrella en ascenso de Crixus, mientras las maquinaciones de Batiatus y Lucretia terminan en tragedia para varios miembros del hogar. En medio de todo esto, la espléndida nueva arena de la ciudad se acerca a su finalización y con ella los juegos de apertura que convertirán a los esclavos en dioses. Cuando la arena se inaugura, los gladiadores de Batiatus prevalecen en el concurso. Gannicus nuevamente se demuestra como el campeón de Capua y un dios de la arena. Gracias a su victoria contra los gladiadores de Solonius, gana su libertad y Crixus se convierte en el nuevo campeón.