Murphy es una veinteañera desilusionada, de vida dura y que bebe demasiado, con debilidad por los cigarrillos y el sexo casual. También es ciega. Murphy vive con su mejor amiga, Jess, que la apoya, y, de forma más renuente, con su fiel perro guía, Pretzel, cuya presencia le molesta. La amiga más cercana de Murphy es un dulce adolescente llamado Tyson, a quien conoce después de que él la salvara de un violento atraco. Su vida se desmorona cuando se topa con lo que está segura es el cuerpo sin vida de Tyson en el callejón detrás de su apartamento. Pero cuando llega la policía, no hay ningún cuerpo que encontrar, y como Murphy no está precisamente sobria, la policía no está muy dispuesta a investigar. Murphy está decidida a encontrar la verdad, sin importar el riesgo... incluso si eso significa que tiene que dejar de beber un poco.