Los miembros del Club de Asesinato de los Ángeles Caídos deben tener dos cosas en común: amor por los libros y antecedentes penales. Hollis Morgan cumple ambos requisitos. Cuando una miembro de su club de lectura es asesinada en una escena sacada directamente de la novela de la noche anterior, Hollis se convierte en el foco de la investigación policial. Negándose a que le pongan otra mala reputación, Hollis se dispone a investigar a los demás miembros de su club y, tras un segundo asesinato inspirado en un libro, se apresura a identificar al asesino antes de convertirse en la próxima víctima.